La patria choripanera

Soy de la patria choripanera, la que va a los actos por un vino. La que no sabe nada de nada. Perdí mi ciudadanía con un plan social y por festejar el futbul gratis. No quiero trabar, perdí la cultura del trabajo. ¿Qué mierda es la cultura del trabajo? No sé. Tampoco me importa. Ahora me dedico a tener hijos para después mandarlos a pedir plata y limpiar vidrios, sin antes cobrar la platita del estado. Si no me conocen vean la propaganda de las puertas pentágono, así soy, gordo y negro, transpiro todo el tiempo, tengo olor a mierda y una remera hecha pelota que no me tapa la panza. Uso ojotas en verano y en invierno mientras mis hijos andan descalzos. ¿Y mi mujer? Ella no habla, ella se dedica a tener hijos, no voy hablar de ella. Ojo que no se me termine el rebusque, porque ahí salgo a robar y no hay puerta pentágona que valga, salto el muro o los espero afuera. Miren mi celular, es el último, ahí me gato toda la plata. Yo se muy bien que Susana y Mirtha nos odian, pero igual las miro, mi mujer también y mis vecinos. Mis vecinos están todo el día con la música fuerte porque tenemos los mejores equipos, entonces ponemos música para todo el barrio, a todo lo que da, total acá nadie trabaja porque no queremos y tenemos el chori y los planes y nos colgamos de la luz. En el Chaco nos dicen ninja y en Corrientes monstro. Villeros. Bolita, cabeza, todo es lo mismo. Tape muy Tape. Indio, tan indio que no podemos hablar. Ahora escuché que a mis hijos les van a dar computadoras, las voy a vender y voy a comprar otro celular, vino y más vino o una zapatilla blanca, gigante, con rayas rojas y amarillas y una remera que me tape la panza o una camiseta de boca. Si no nos dan me robo una y listo. Total vengo del interior y ahí nunca nos enseñaron nada. Siempre venimos del interior del interior o del exterior, pero siempre venimos de otro lado, de afuera. Venimos de afuera porque se dan cuenta que unos de estos días los vamos a invadir y vamos a cagar y comer en plena peatonal o en medio de las avenidas. Hasta que se enojen y cumplan con la promesa de tirar una bomba en la villa y terminar con todos los problemas del país.