24 jul 2014

Intenté dormir de pies, de parado, como en el cole, ¿por qué puedo hacerlo en el colectivo y no en mi habitación? Probé dormir gritando: es como desmayarse.

Ordené migas, las de pan, las de galletitas, aquellas de origen incierto. Pude clasificar con mucho esfuerzo cada silencio molesto. Por ejemplo, el silencio que tiembla, el silencio arrogante, el silencio de conocer el final del chiste.

Puse de mayor a menor, de caso único a lo de siempre, todo lo referido al gesto y la mueca. Se podrían hacer tres películas sobre la diferencia entre el gesto y la mueca pero nadie se anima a financiarlo. Seguí clasificando, lo que produce efecto y lo que se va por un borde haciendo equilibrio hasta caerse.


Soy una colección de trompadas de hermanos mayores. Soy predecible como un diccionario. 

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