…mi amor. De hermoso rollito. Rollito que salta y sale. Rollito que se broncea en verano. Que hermosa es la imperfección. Nunca podrán con ella. Soldados cirujanos, tenientes televisivos, traidores en discursos e imaginen. Todos contra la imperfección. Espejos y cuerpos. Uf, el cuerpo, depósito de prácticas y alocuciones. Encorvado y sumiso, erguido y libre. Cuerpo basurero, cuerpo domesticado, cuerpo de trabajadora, cuerpo sin acceso a educación, cuerpo con ropa barata, trucha, de mercadito paraguayo. Cuerpo con rollos y teta caída. Para esos cuerpos no hay revistas, no sirven, mejor: sirven para otra cosa. Pero hay que mostrarlo, aleccionarlo. Mirá, ahí tenés, ese cuerpo no serás nunca. Después lo otro, las otras, ellas si pueden, con sacrificio y sin piedad, darle un tiro en la nuca a la imperfección. Miren ustedes que pueden, no sean como las otras, para ellas no hay salvación, miserables condenadas al infierno estético. Cuerpo y postura, Uf, pose, cuerpo en disposición. Cuerpo que se alimenta, come. Te como. Comer también es coger. No hay dieta para el sexo, sólo dieta para el cuerpo que quiere tener sexo. Sexo con otros cuerpos aceptados, moldeados al intento de perfección. Cuerpo para trabajar, de secretaria o lo que sea, buena presencia es buen culo y lindas tetas. Que bien se vende cuando te atienden unas tetas parlantes. La imperfección aprendió de la guerra de guerrilla. Ataca puntos específicos. Se esconde. Aparece de nuevo donde no lo imaginas. No hay revista que pueda con ella. Me fui al carajo, hay tanto para decir…
*Imagen tomada de la revista Entre mujeres (http://www.entremujeres.com/) (suplemento de Clarín)
1 comentario:
muy bueno
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