
Jorge es nieto del estado de bienestar e hijo del neoliberalismo. Su abuelo trabajó de lo mismo durante 30 años: cartero. A su padre le llegó el retiro “optativo” una mañana de agosto, en una carta escueta lo declaraban prescindible del reciente privatizado ENTEL. De ahí comenzó el periplo de profesiones varias: plomero, electricista, albañil. Fue inventor de lo que en capital federal llaman maridos a domicilio: puede arreglar desde el jardín hasta el calefón. El oficio lo pasó a su hijo pero con las actualizaciones del caso. Solo basta un mensaje de texto para que Jorge acuda y conecte todo lo desconectado.
-Depende, en el barrio de todo, pero en el centro el cable.
¿Por qué?
-No sé, nunca falta el vecino que denuncia.
¿En el barrio no son tan buchones?
-No, porque nos conocemos de años.
Por los cortes de luz, en el verano se habló mucho de las conexiones ilegales ¿qué opinas del asunto?
-En la radio siempre hablan del barrio, pero nunca del centro. Ahí hay casas con tres o cuatro aires, todos los chiches y están enganchados. Acá no tienen ni lavarropas y le quieren tirar la pelota. Son unos caraduras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario