25 feb 2010





Empecé a leer sobre peronismo para entender a mis viejos. Seguí con el marxismo para entender a mis amigos. Al final, ni mis viejos son tan peronistas ni mis amigos tan marxistas. Los mandé al carajo y me dediqué robar libros, la última gran rebeldía. A Bisceglia lo tengo de hijo, le afano en todos lados. Con Capitulo 1 no puedo, la insistente mirada de la señora que atiende me persigue como si estuviera en Farmacity. Y que no vengan los puritanos a decirme que si tengo para comprar… míérdá, me cago en los precios. Tengo, pero también necesito comprarme zapatillas y eso si que es difícil robar. Los libros deben ser gratis y los preservativos también. Las zapatillas no, mi viejo es zapatero y algo peronista. Según lo que leí, contra eso no se puede.



Foto: "Las compañeras". Sulma y Bea

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